Revista Salud y Bienestar Colectivo
Mayo-Agosto 2020. Vol 4, Nº 2 ISSN 0719-8736
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Cuidadores
La persona que está a cargo de este adulto mayor toma el nombre de cuidador. El cuidador
formal es conocido como cuidador institucional, cuidador principal y cuidador formal no
profesional. El cuidador institucional por su parte debe tener una formación mínima sobre
cuidados en adulto mayor, recibe una remuneración, se le designa un horario para
desarrollar actividades y a alguna persona a cargo a la cual ayudar
(9)
. En el caso del
cuidador formal no profesional este tiene una motivación económica y de necesidad
personal. En algunos casos se llega a entablar una relación estrecha tanto con el paciente
como con la familia de este
(10)
. En ambos casos estos cuidadores formales desempeñan una
labor de alto esfuerzo psicológico y físico, ya que se encuentran enfrentados a distintos
factores de riesgo dado las duras condiciones de trabajo, salarios bajos y turnos muy largos,
entre otros
(11)
.
Las labores que desempeñan los cuidadores institucionales van dirigidas a ofrecer una
atención integral, resguardando el cuidado íntegro y específico de cada uno de los
residentes
(12)
. Por lo general estos institutos cuentan con un equipo compuesto por
profesionales de la salud, trabajadores sociales, cuidadores, encargados del servicio de
limpieza y voluntarios
(13)
. Estudios dan a conocer la importancia de un equipo
multidisciplinario, con énfasis en el papel de las enfermeras, para brindar una atención
integral a los ancianos institucionalizados
(14)
. Un manual de residencia geriátrica de España
da a conocer las labores que desempeñan los cuidadores según el nivel de deterioro que
presenta el adulto mayor. Asimismo, en este manual se señalan las consecuencias que trae
consigo llevar a cabo las labores de cuidador, como es el agotamiento físico y/o emocional,
sobrecarga, estrés, depresión, entre otras consecuencias
(15).
En algunos casos se evidencia
que a mayor grado de dependencia y/o demencia por parte del adulto mayor, hay mayor
nivel de desgaste y sobrecarga en el cuidador
(16)
.
El modelo teórico utilizado en este estudio es el desarrollado por Ryff (1989), en el cual se
plantean 6 dimensiones. Según refiere Gómez, Quintero & Pamplona (2017)
(17)
las
dimensiones que se incluyen en el modelo son: 1. Autoaceptación. Sentir o contar con una
actitud positiva y de aceptación de sí mismo y de su actuar en el pasado. 2. Autonomía.
Capacidad para evaluar y regular la conducta. Con esto se espera que la persona pueda
regular de mejor manera las presiones sociales y con esto lograr un alto nivel de autonomía.
3. Crecimiento personal. Capacidad de cada persona para potenciar, crecer y enfrentar
nuevos cambios y etapas del ciclo vital. 4. Propósito en la vida. Establecer metas, otorgar
sentido a las experiencias pasadas y presentes, definiendo el propósito de lo que quiere para
su vida. 5. Relaciones positivas. Generar y mantener vínculos sociales estables y seguros.
Desarrollando la capacidad de sentir empatía, afecto e intimidad, a fin de identificarse,
comprender y mantener relaciones de calidad con otros. 6. Dominio del entorno. Elegir o
crear ambientes donde la persona pueda satisfacer necesidades, a través de las actividades
físicas y mentales
(17)
.
En el caso de los cuidadores de adultos mayores, existen elementos que influyen
positivamente en el desarrollo de su bienestar psicológico. Estos elementos son cognitivos