Revista Salud y Bienestar Colectivo ISSN 0719-8736
Ene-Abr 2020, Vol. 4, N.º 1, p. 69-83
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El Ecuador tiene la Ley Orgánica de Discapacitados (CONADIS)
(16)
en su artículo
28 establece que las autoridades educativas a nivel nacional deben implementar y
promover la inclusión de los estudiantes con necesidades especiales, así también, está la
Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI)
(17)
que determina que todos los
establecimientos de educación escolarizada ordinaria deberán adoptar las medidas
necesarias para permitir la admisión de aquellos estudiantes con necesidades educativas
especiales asociadas o no a una discapacidad. Las leyes, reglamentos y normativas
detallan todo. Así, se establece que son necesidades educativas especiales no asociadas
a la discapacidad las siguientes: Dificultades específicas de aprendizaje: dislexia,
discalculia, disgrafía, disortografía, disfasia, trastornos por déficit de atención e
hiperactividad, trastornos del comportamiento, entre otras dificultades. También
situaciones de vulnerabilidad: enfermedades catastróficas, movilidad humana, menores
infractores, víctimas de violencia, adicciones y otras situaciones excepcionales.
También la dotación superior: altas capacidades intelectuales.
Si bien es cierto la inclusión está establecida en la ley ecuatoriana, según Rojas
(18)
“Los sistemas educativos del estado ecuatoriano a pesar de estar alineados a parámetros
internacionales de inclusión, no ha superado la brecha de discriminación”, estas
políticas no son cumplida a cabalidad, muchos investigadores sobre este importante
tema han determinado que los procedimientos no se realizaron de forma coherente, es
decir, la ley está, pero en sus inicios no se capacitó al personal docente y administrativo
para que trabaje de forma inclusiva, las mejoras se han dado y han sido notorias en la
educación básica y media, pero que pasa en las universidades, porqué estas instituciones
de educación superior son aun excluyentes, es necesario que se exhorte a las IES,
docentes y administrativos a emprender iniciativas más duraderas y significativas de
inclusión, en pos de una sociedad ecuatoriana más íntegra, solidaria y justa.
En toda institución sea esta básica, media o superior la planta docente es un apoyo
fundamental en cualquier proceso, y más aún en el sistema educativo inclusivo, que
implica el trabajo directo con el estudiante, por consiguiente, el maestro educador debe
formase y sensibilizarse, para mostrar una actitud positiva hacia la diversidad que
encontrará en el aula, es necesario que los educadores asuman un rol más protagónico,
donde el docente pase a ser un líder, autores como Pérez & Romo
(19)
establecen la
necesidad de que se forme a los docentes en estrategias de enseñanza aprendizaje donde
también se realice las adaptaciones curriculares de acuerdo a las diferentes necesidades
que se encuentren en los salones áulicos, con esta opinión coincide el trabajo realizado
por Ayala y O’Hinggins
(20)
expresan que para hacer una educación inclusiva, no basta
con tener solo infraestructura y equipamiento, se necesita también reconocer el trabajo y
desempeño de los docentes como uno de los actores principales de la educación, donde
es necesario analizar las competencias del docente en atención a la diversidad de los
estudiantes universitarios; referente a las competencia, la investigación de Mosquera
(21)
expresa que “el papel del profesor resultará fundamental para que la teórica inclusión lo
sea de facto. Su objetivo es que ningún estudiante se quede atrás, ni en competencias
cognitivas y contenidos, ni en competencias no cognitivas” entiéndase estas últimas las
relacionadas a los valores, por consiguiente, es allí donde el profesionalismo y
preparación del personal docente es de gran importancia, que tiene que poder lograr el
mayor desarrollo posible de las habilidades y potencialidades de las personas a su cargo.
El maestro líder debe ayudar a definir unas metas conjuntas con visión hacia dónde
se quiere ir, qué es el primero en dar ejemplo de trabajo, dedicación y compromiso, que
muestra respeto y consideración individual a todos los miembros de la institución y