Revista Salud y Bienestar Colectivo
Enero-Abril, 2021. Vol 5, Nº 1 ISSN 0719-8736
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Juego, Plasticidad cerebral y habilidades cognitivas.
Game, brain plasticity and cognitive skills
Mg. Fabiola García Martínez
Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Querétaro
fabiuaq@yahoo.com
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-1873-8447
Recibido: 09.11.2020
Revisado: 20.12.2020
Aceptado: 02.01.2021
Cómo citar este artículo: García, F. Juego, Plasticidad Cerebral y Habilidades Cognitivas.
Salud y Bienestar Colectivo. 2021; 5 (1): 90-104.
Resumen.
La actividad de jugar es importante dentro del desarrollo humano, mientras se juega, se
ponen en práctica distintas habilidades cognitivas en interacción con el funcionamiento de
sistemas sensoriales y el sistema motor del cuerpo, lo cual se asocia a la construcción de
aprendizajes. Jugar es una actividad que facilita comprender cómo es el mundo y mo nos
integramos en él. El presente artículo tiene como objetivo desarrollar una reflexión sobre la
relación del juego con la plasticidad cerebral y el desarrollo de habilidades cognitivas. La
hipótesis se centra en destacar el juego como una actividad que estimula la plasticidad
cerebral y facilita el fortalecimiento de las habilidades cognitivas en todas las etapas del
ciclo vital (no exclusivamente en la infancia). La guía de la cavilación consist en una
revisión del concepto de juego relacionado con conceptos de aprovechamiento de la
plasticidad cerebral y estimulación de habilidades mentales.
El propósito que ha orientado el artículo es convocar a la reflexión sobre la concepción y
práctica del juego, con la intención de sumar a posicionar la actividad de jugar como una
estrategia valiosa en los procesos de aprendizaje. El interés de los resultados se centra en
dar sustento teórico a la acción de promover cada vez más la inclusión del juego en las
intervenciones profesionales, en los procesos educativos y en las actividades de la vida
cotidiana. La conclusión a la que se llega es que jugar resulta una excelente estrategia para
facilitar la expresión de la plasticidad cerebral y las habilidades cognitivas.
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Palabras Clave.
Juego, habilidades cognitivas, plasticidad cerebral.
Summary.
The activity of playing is important within human development, while playing, different
cognitive skills are put into practice in interaction with the functioning of sensory systems
and the body's motor system, which is associated with the construction of learning. Playing
is an activity that makes it easier to understand what the world is like and how we integrate
ourselves into it. The present article aims to develop a reflection on the relationship
between play and brain plasticity and the development of cognitive abilities. The
hypothesis focuses on highlighting play as an activity that stimulates brain plasticity and
facilitates the strengthening of cognitive abilities at all stages of the life cycle (not
exclusively in childhood). The musing guide consisted of a review of the concept of play
related to concepts of making use of brain plasticity and stimulating mental abilities.
The purpose of the article is to call for reflection on the conception and practice of the
game, with the intention of adding to position the activity of playing as a valuable strategy
in the learning processes. The interest of the results is centered on giving theoretical
support to the action of increasingly promoting the inclusion of the game in professional
interventions, in educational processes and in activities of daily life. The conclusion
reached is that playing is an excellent strategy to facilitate the expression of brain plasticity
and cognitive abilities.
Keywords.
Play, cognitive skills, brain plasticity.
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Introducción.
El juego es una actividad inherente del ser humano sumamente importante, ya que el juego
propicia el aprendizaje del mundo externo y del mundo interno, convoca a la interacción
con nosotros, los otros y los objetos. En el presente escrito se analiza el concepto de juego,
se describen características y tipos de juegos, y se vincula la actividad de jugar con
adquisición de aprendizaje asociando su práctica con la estimulación de la plasticidad
cerebral y el fortalecimiento de las habilidades cognitivas que se pueden desarrollar a través
de su ejecución. Jugar permite poner en marcha un amplio repertorio de operaciones
mentales, facilitando su expresión y mejora con cada entrenamiento o repetición, ya que
mientras jugamos ponemos a prueba la atención, memoria, autoconciencia, razonamiento,
motivación, flexibilidad cognitiva, percepción, anticipación, planificación, lenguaje y
metacognición por nombrar algunas de las habilidades cognitivas que se desarrollan
jugando. Esto representa que, con cada entrenamiento de juego con la intencionalidad de
mejorar la ejecución, también perfeccionamos la comunicación neuronal. En este sentido,
es necesario reflexionar acerca del papel preponderante que tiene la acción jugar para
estimular y/o aprovechar de manera general la plasticidad cerebral.
1. Juego.
El ser humano, similar a otras especies animales, juega de forma innata, producto de una
experiencia placentera como resultado de un compromiso particular, jugar se convierte un
estímulo valioso mediante el cual el individuo se vuelve más hábil, perspicaz, ligero,
diestro, flexible, fuerte, alegre, y, sobre todo, creativo, en este sentido, el juego, tanto para
el ser humano como para el animal, resulta de una actividad innovadora, una función
necesaria, sin aprendizaje anticipado, que proviene de la vida misma
(1)
. Se puede ubicar la
acción de jugar como una actividad tan antigua como el hombre mismo (con evidencias que
datan del hombre de las cavernas) aunque su concepto, y su forma de practicarlo varía
según la modalidad de juego, características y número de los participantes, época y cultura
de los pueblos.
El juego se caracteriza por ser una actividad pura, donde no existe interés alguno;
simplemente el jugar es espontáneo, es algo que nace y se exterioriza; es placentero; hace
que la persona se sienta bien
(2)
. Además, se considera que el juego es una experiencia
siempre creadora, es una forma básica de la vida, y enfatiza que lo universal en el niño es el
juego y concierne al ámbito de la salud, ya que facilita el crecimiento y conduce al niño a
relacionarse con el grupo, además, lo compara con el hecho de hacer cosas, enfatiza que no
sólo hay que pensar y desear hacer cosas, en realidad hay que hacer cosas porque el jugar es
hacer
(3)
. El juego abastece de libertad, es el impulso o la acción para liberar la energía que
la persona tiene reprimida, fomenta las habilidades interpersonales y ayuda a encontrar un
lugar en el mundo social
(4)
.
Desde otra perspectiva, se puede entender también el juego como una situación en la que
compiten dos o más jugadores, en las que se pone en comparación las habilidades o
condiciones de las personas en función de su desempeño dentro del juego. En este sentido,
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jugar puede ser entendido como cualquier situación en la que los individuos deben tomar
decisiones estratégicas y en la que el resultado final depende de lo que cada uno decida
hacer
(5)
. El juego también es considerado como cualquier problema de toma de decisiones,
donde el rendimiento (que obtiene una persona) depende no sólo de sus propias decisiones
sino también de las decisiones de las otras personas que participan en el juego
(6)
.
Jugar tiene un impacto en la vida en comunidad, ya que el juego es uno de los principales
mecanismos de socialización, dada su naturaleza, además de contribuir al fortalecimiento
de un sentido de pertenencia, también facilita ejemplificar la vida cotidiana. A través del
juego se transmiten reglas, normas, valores y modelos de comportamiento, no solo se
ejemplifica la vida cotidiana, sino que además se crean imaginariamente nuevas formas de
vida. El juego representa una oportunidad de desarrollo cultural, porque a través de él se
proyectan actividades, formas de comunicación y organización que impactan en los futuros
roles de los ciudadanos y en los valores sociales. La naturaleza humana se convierte en
aquello que se piensa qué es, de acuerdo con este principio, cada persona se transforma de
acuerdo con la imagen que se han formado de sí mismos a través de sus prácticas de juegos.
Cuando el ser humano juega, está asimilando roles
(7)
, tomas de decisiones, patrones de
conductas y juicio social, que serán de utilidad cuando esté desenvolviéndose en contextos
formales e informales como por ejemplo en la escuela, en la casa, en la iglesia, en un
restaurante, en un centro comercial, en el parque, etc. Mientras se juega se asume un papel
que puede o no corresponder con la personalidad propia, dotado de actitudes y
características de dan una identidad momentánea durante el tiempo que dure el juego,
representa una forma de practicar distintas actitudes y/o formas de ser. Si desde la infancia
se práctica y asimila lo que pasa en una dinámica de juego, se le facilitará a la persona que
ha jugado, asimilar también lo que pase a su alrededor fuera del escenario de juego, y,
tendrá mayor oportunidad de comportarse de forma asertiva en su medio ambiente, con
mayor probabilidad de sentirse seguro, orgulloso y motivado para mantener patrones de
conducta adaptativos y para seguir aprendiendo nuevas reglas. Progresivamente, conforme
la persona crece a otras etapas del desarrollo humano acompañado de saludables prácticas
de juego, se contribuirá a afianzar una adecuada autopercepción y adaptación funcional.
2. Tipos de juegos.
Existen diferentes clasificaciones de los juegos, generalmente se fundamentan en
considerar alguno de los elementos que lo caracterizan, como es la modalidad del juego, la
cantidad de participantes, el área de desarrollo humano que principalmente se pone en
acción, etc. Un mismo juego puede clasificarse de diferentes formas tomando en cuenta sus
diferentes atributos. Por mencionar algunas de las clasificaciones hechas por expertos, se
encuentra la clasificación de los juegos configurativos, juegos de entrega, juegos
simlicos, juegos tradicionales y juegos regulados
(8)
. Otra clasificación de los juegos se
centra en las cualidades que desarrollan
(9)
. También se pueden clasificar los juegos con
base en distintos criterios como: edad, grado escolar, intensidad del movimiento, forma de
participación, ubicación, característica y tipo
(10)
. Retomando estas categoas y analizando
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otros elementos, a continuación, se enlista una propuesta de las diversas formas de
clasificación en las se puede ubicar el juego:
- El enfoque de desarrollo que promueven, puede ser un desarrollo sensorial-
motor-perceptual, un desarrollo cognitivo-intelectual o un desarrollo afectivo-
social. También hay juego que pueden promover el desarrollo integral, dando
participación a estas tres áreas configurativas del desarrollo humano, dando
quizá mayor énfasis al alguna de estas áreas.
- El juego se puede clasificar por el contexto o cultura en el que se realiza,
encontrándose en esta modalidad tipos de juegos como los juegos populares,
tradicionales, nacionales e internacionales.
- Se puede clasificar también por el tipo de reglamentación que utiliza, puede ser
un juego libre o espontáneo en el que no hay reglas establecidas y estás se van
construyendo por la imaginación, comunicación, consenso y libre asociación de
los participantes, o puede ser un juego dirigido con reglas establecidas
anticipadamente, que pueden ser repetidas en distintos momentos, como podrían
ser los juegos de mesa. Se puede incluir una clasificación intermedia entre estas
dos categorías, como podría ser el juego semidirigido.
- Por el nivel de dificultad de acceso al juego, también se puede clasificar como
un juego simple o complejo.
- Dependiendo del espacio en el que se juegue, al aire libre o en espacios cerrados
bajo techo, se puede clasificar como juego de exteriores o interiores.
- También existen los juegos de suerte o azar (con resultados aleatorios o fortuitos
en el juego), o su contraparte, los juegos de estrategia (aquellos en los que la
planificación estratégica tendrá consecuencias en el resultado final).
- Por el número de participantes, los juegos pueden ser individuales, de pareja o
colectivos.
- El material que se incluya en la dinámica del juego también puede permitir otro
tipo de clasificación, incluyendo los objetos como juguetes, ya sea diseñados
propiamente para una dinámica de juego o incluidos en el momentos,
encontrándonos como las clasificaciones de juego libre con objetos a los que se
les atribuye un contenido simlico para representar algo en particular en la
dinámica del juego pero que fuera del juego no necesariamente representan eso,
o juego dirigido, con materiales diseñados específicamente para la acción de
jugar, que pueden ser juguetes, tableros, dados, piezas, fichas (la mayoría de los
materiales incluidos en un juego de mesa), o juegos semidirigidos como un
espacio intermedio entre estas dos modalidades con combinación de utilización
de objetos libres u objetos diseñados anticipadamente como juguetes.
- Los avances de la tecnología y la informática también han impactado en la
modalidad de jugar, permitiendo incluir una de las clasificaciones más actuales
de juego, que a grandes rasgos se puede diferenciar entre juegos presenciales o
virtuales. El juego presencial es aquel en el que los participantes de la dinámica
están reunidos en el mismo espacio y tiempo coincidiendo en la dinámica del
juego de manera directa. Un juego virtual se podría definir como aquel en el que
se hace uso de algún software específico y la interacción con otros participantes
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del juego puede ser por conectividad a través de internet o se juega con
personajes virtuales derivados de la propia programación del videojuego.
- Los juegos también suelen clasificarse tomando en cuenta la edad de los
participantes, buscando contenidos apropiados en nivel de complejidad acorde al
desarrollo y maduración de cada jugador.
- Otra modalidad de clasificar los juegos es por el contenido informativa, en los
que se puede promover un aprendizaje académico o cultural específico.
3. Juego y Aprendizaje.
El aprendizaje puede definirse como un proceso de adaptación progresivo y constante y en
permanente mutación y transformación, cada uno de nosotros tiene, en consecuencia, sus
estilos de aprendizaje, es decir, sus estilos de adaptación al medio a través de la mayor o
menor tendencia a utilizar un canal sensorial más que el otro
(11)
.
Por lo que se ha mencionado anteriormente, podemos afirmar que la actividad lúdica
representa la primera y la principal actividad por la que nos comunicamos con los demás,
observamos y exploramos la realidad que nos rodea, interactuamos, establecemos
relaciones con los objetos, prestamos atención a los detalles, perfeccionamos el lenguaje,
interiorizamos dinámicas, memorizamos reglas de convivencia social, experimentamos
emociones, negociamos, establecemos acuerdos, y estrategias de conducta. Por lo tanto, el
juego se convierte en una actividad rica para la expresión de habilidades cognitivas, se
vuelve la actividad principal por medio de la cual el sistema nervioso de nuestro cuerpo
pone en marcha distintas habilidades neuropsicológicas que facilitan comprender mo es
el mundo ymo nos integramos en él
(
12
)
. El sistema nervioso constituye la central
biológica integradora de información, es el responsable de lo que aprendemos a partir de
distintas actividades
(
13
)
, muchas de ellas derivadas del juego.
El aprendizaje facilitado a través del juego representaría entonces el resultado de la
integración progresiva de habilidades neuropsicológicas, tales como la percepción,
atención, elaboración, comprensión, memoria, lenguaje, razonamiento, y funciones
ejecutivas que se entrenan gradualmente junto con la estimulación de la interacción entre
sistemas sensoriales y el sistema motor, consolidando a su vez las habilidades cognitivas
que progresivamente se hacen más sofisticadas posibilitando aprendizajes más complejos.
El juego tiene un papel determinante para el desarrollo de las habilidades del pensamiento
(
14
)
.
La importancia del juego en los procesos de enseñanza y aprendizaje es reconocida, pues se
considera que enmarcado en una actividad didáctica potencia el desarrollo cognitivo,
afectivo y comunicativo, que son aspectos determinantes en la construcción social del
conocimiento, en este sentido, los resultados de diferentes investigaciones señalan que el
juego favorece la creatividad, el espíritu investigativo y despierta la curiosidad por lo
desconocido
(
15
)
.
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El juego aporta beneficios al desarrollo cognitivo y a la adquisición de aprendizaje. Existen
investigaciones sobre la relación entre el juego y el aprendizaje y se ha identificado que los
niños que no tienen la oportunidad de jugar con otras personas, en los primeros años de su
vida, al iniciar el primer año escolar tienen menores habilidades cognitivas que quienes han
jugado con sus padres, familiares y/o amigos, además, se ha visto que presentan mayores
dificultades de aprendizaje
(
16
)
. El juego no es simplemente un medio para gastar energía o
pasar el tiempo, ya que, en cuanto tal, traspasa los límites de la ocupación puramente
biológica o física, es una función llena de sentido
(
17
)
.
Una persona que no juega durante su vida no puede desarrollar adecuadamente su
inteligencia, su capacidad creadora y su socialización también se verá afectada,
posiblemente será una persona con un alto grado de perturbación psíquica
(18)
. De tal
manera, la persona que juega estará en condiciones de consolidar las posibilidades del yo
soy y yo pienso, es decir, pone en marcha pensamientos y conductas que conformarán su
personalidad. El juego no es un lujo, sino una necesidad para toda persona en desarrollo,
jugar es tal vez la mejor base para una etapa adulta sana, exitosa y plena
(19)
.
4. Juego, Plasticidad Cerebral y Habilidades Cognitivas.
Partiendo de la perspectiva de que el juego es una necesidad para todo ser humano, el juego
se convierte en objeto de estudio de las neurociencias desde su trabajo interdisciplinar con
la psicología, dado que el juego se desarrollará a partir de las habilidades biológicas
constitutivas y a su vez, impactará en la madurez y destreza de estás habilidades y de la
capacidad cognitiva. La Neurociencia Cognitiva es el resultado de la creciente
diversificación de las neurociencias conductuales y constituye un ejemplo de la fructífera
colaboración entre neurobiólogos y psicobiólogos. La Neurociencia Cognitiva es el
resultado de la fusión entre neurociencia y psicología y su objetivo de estudio son los
procesos mentales superiores, habitualmente denominados procesos cognitivos:
pensamiento, lenguaje, memoria, atención, percepción y movimientos complejos
(20)
. Lo
específico de la Neurociencia Cognitiva es el estudio de la cognición humana mediante
técnicas no invasivas, y uno de sus objetos de estudio es la cognición, la cual hace
referencia a la capacidad para procesar información, se relaciona con aprendizaje y
conocimiento, en términos generales se entiende como el proceso de integración,
transformación, codificación, almacenamiento y respuesta de los estímulos sensoriales
(21)
.
La cognición representa poner en acción procesos mentales superiores, que influyen en la
forma en que las personas conocen y comprenden el mundo, procesan la información,
hacen juicios y toman decisiones, y describen su conocimiento y comprensión a los demás
(22)
. Todos estos elementos se ponen en marcha mientras se juega, es decir, jugando se
integra información y se toman decisiones que generan cambios y aprendizajes.
La neuroplasticidad como propiedad universal del sistema nervioso, se basa en mecanismos
comunes en especies tan diferentes como insectos y seres humanos, y tienen en general
carácter adaptativo, conservándose tanto ontogenética como filogenéticamente. Se expresan
en cada etapa del desarrollo de un individuo, a partir de fenómenos genéticamente
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programados, como el crecimiento y la migración neuronal; y también asociados a las
experiencias individuales como el aprendizaje o posterior a la ocurrencia de lesiones en el
sistema nervioso
(23)
.
La neuroplasticidad es un proceso que representa la capacidad del sistema nervioso de
cambiar su reactividad como resultado de activaciones sucesivas
(24)
, también es definida
como toda respuesta cerebral que se origina frente a cambios internos o externos y obedece
a modificaciones reorganizacionales en percepción y cognición
(25)
. La neuroplasticidad
representaría uno de los sustratos que soporta procesos de gran complejidad, como lo son
las funciones cognitivas superiores
(26)
.
Al respecto, se ha explicado que a pesar de que existen áreas encargadas de funciones
específicas, ningún cerebro es idéntico, todos y cada uno de los seres humanos tenemos
estructuras diferentes, conexiones neuronales que responden a la herencia genética y a las
experiencias individuales y únicas que se han vivido
(27)
. Estas conexiones llamadas
sinapsis se crean de acuerdo con los aprendizajes que se ha tenido en la vida; pero también
pueden eliminarse debido al debilitamiento de la conexión, la falta de fortalecimiento,
traumatismos, enfermedades y químicos invasivos, como algunas drogas.
Cada experiencia de aprendizaje genera en el cerebro una modificación en su estructura,
aquí reside el éxito evolutivo del ser humano, porque a diferencia de la opinión que se tenía
del aprendizaje en el siglo XIX (según la cual el adulto era incapaz de aprender), se ha
llegado a la conclusión (y se continúa investigando) de que el ser humano aprende
constantemente, de acuerdo con los límites de la edad. Sin embargo, el cerebro conserva su
capacidad plástica sináptica de reconexión durante toda la vida
(28)
. Por lo tanto, el juego
resulta en una experiencia de aprendiza enriquecedora para el funcionamiento cerebral a lo
largo del ciclo vital.
Lo anterior conduce a querer comprender cómo la actividad de jugar puede llegar a
convertirse en una excelente herramienta no invasiva de estimulación y entrenamiento
cognitivo, ya que jugar es la oportunidad de facilitar la plasticidad cerebral, es decir, el
juego al hacerse de manera repetitiva estimula la forma en mo se interconectan las
neuronas en el cerebro; y la modificación a nivel estructural del mismo. Las últimas
hipótesis en el campo de las neurociencias apuntan a señalar que la estimulación continua
por medio de actividades lúdicas facilita establecer conexiones neuronales con la idea de
entrenar el cerebro y no perder su plasticidad
(29)
. Además, si tomamos en cuenta que el
cerebro se modifica durante toda la vida y no solo en la infancia, es importante resaltar la
necesidad de fomentar la actividad de jugar no sólo en los niños, sino también en la
población de adolescentes, adultos y viejos. En este sentido, se ha afirmado que, en
diferentes especies, incluyendo la humana, el juego puede ser casi tan importante como el
alimento y el sueño; la intensa estimulación sensorial y sica que proporciona contribuye a
formar los circuitos cerebrales y a impedir la pérdida de neuronas
(30)
.
A través de la generación de un ambiente rico en estímulos de diverso tipo, podemos
intervenir positivamente en una mejor plasticidad cerebral, en la adquisición de funciones o
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capacidades que se han visto mermadas por problemas acaecidos a lo largo del desarrollo o
en problemas surgidos a lo largo de la maduración de estas
(31)
. El juego representa una
experiencia rica en estimulación diversa, nuestros sentidos y movimientos se activan en
conjunto con nuestras habilidades cognitivas mientras jugamos lo cual se expresaría en una
mejor plasticidad cerebral. En este sentido, las personas cuando realizan actividades
relacionadas con los procesos mentales (habilidades cognitivas y metacognitivas, por
ejemplo) si bien no experimentan una ganancia de neuronas, si se altera el tamaño de estas
en la corteza cerebral, en el soma celular, en las prolongaciones dendríticas o en los axones,
produciéndose como consecuencia de la ejercitación de estas habilidades, un aumento en la
calidad del pensamiento de la persona. lo por esta última razón, vale la pena fomentar la
práctica seria y acompañada de actividades lúdicas.
La capacidad del cerebro de adaptarse a los cambios es crucial en el desarrollo humano y
tiene importantes implicaciones en el aprendizaje. Las lesiones tempranas de las estructuras
nerviosas o la privación de la estimulación sensorial procedente del ambiente pueden
afectar la maduración neuropsicológica, por lo que aprovechar la plasticidad neuronal en
estadios precoces es decisivo para optimizar el desarrollo posterior. Un ambiente que busca
estimular la plasticidad cerebral deberá tener en cuenta estímulos diversos a utilizar, y que
en la generación de las respuestas se logre establecer o reforzar circuitos neuronales que
facilitan la adquisición de funciones cerebrales dificultadas por diversas lesiones o
problemas, lo cual se puede lograr jugando.
La plasticidad de las estructuradas nerviosas es un hecho evidente y es la base teórica que
respalda de la intervención con programas de atención en neurohabilitación y rehabilitación
(32)
. A partir de distintas investigaciones, se ha llegado a la conclusión de que los juegos
aplicados utilizando estrategias provenientes de terapias de comportamiento en las que se
tiene como guía intentar potenciar conexiones neuronales, pueden ser un recurso benéfico
para aumentar la plasticidad cerebral y/o para mejorar algún tipo de condición neurológica
(33)
.
Existe evidencia acerca de la influencia que sobre la plasticidad cerebral tiene la
estimulación, pero no se conoce exactamente qué ocurre en el cerebro humano, en sus
explicaciones se rescata la implicación de factores externos (como la calidad de la
rehabilitación y trabajo ofertados) así como factores propios de la ecología de la persona,
como su propia percepción de la enfermedad y ambiente familiar que lo rodea, factores
demográficos, etc. Resultados de investigación reportan que entre el nacimiento hasta los 8
os aproximadamente, el 80% del aprendizaje individual ya ha ocurrido, y dado que en
este tiempo el niño lo que ha hecho ha sido jugar entonces se debe reflexionar sobre el
aporte que tiene el juego en el desarrollo cognoscitivo principalmente en el proceso
memorístico
(34)
. En este sentido, el juego es una actividad de representación de nivel
cognitivo que ayuda a desarrollar la habilidad para conservar las representaciones del
entorno aun cuando el individuo se enfrente a estímulos que no ha reconocido.
Otros estudios
(35)
subrayan la importancia de aportar experiencias novedosas que favorecen
la activación neuronal, la necesidad del reto para mantener la atención y el peso de una
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retroalimentación positivo, que si además es inmediato facilita un aprendizaje eficaz. El
reto, las recompensas y el afán de superación son componentes que persigue el cerebro
pues permiten la activación neuronal, favoreciendo un contexto de aprendizaje. Cuando
algo representa un reto, despierta nuestra curiosidad y emociona, lo cual provoca la
activación de la amígdala, una parte del sistema límbico relacionada como la mejora del
rendimiento del área prefrontal; consecuentemente mejorarán también los procesos
atencionales que posibilitan el aprendizaje. Este es el tipo de experiencia positiva” que al
cerebro le gusta replicar constantemente en su permanente búsqueda de experiencias
satisfactorias. Solo se puede aprender lo que se ama, solo a través de la emoción y el
disfrute podemos aprender, o lo que es lo mismo, solo la emoción y el disfrute nos permiten
aprender.
En cuanto al desarrollo cognitivo, se considera que el juego lo puede producirse en
organismos que posean la capacidad de generar un proceso metacomunicativo, el cual les
permite distinguir diferentes tipos de mensajes, que están cargados de cierta información
que ayuda a interpretar tanto el mensaje como la forma de relación que establece con el
mundo. Es decir, se trata de una comunicación en la que no lo se transmite información,
también hay procesos de transformación, producto de la construcción de conocimiento. La
comunicación abre la posibilidad de ser y expresarse libremente, sin restricciones ni
condicionamientos, se convierte en un potenciador del desarrollo social del individuo en su
contexto
(36)
.
El pensamiento ha sido descrito en la psicología como un proceso que ocurre en la instancia
interna de la mente, como un mecanismo neuronal que permite se lleve a cabo la capacidad
de planear y dirigir en forma oculta una conducta posterior, lo que previene de errores o
permitiendo postergar las acciones para posibilitar adaptaciones mejores en duración y
efectividad
(37)
. También se puede definir al pensamiento como un modo de relacionarnos
con objetos y situaciones no presentes en el momento actual y, por tanto, sin producir
ningún efecto en los objetos
(38)
. En este sentido, el pensamiento se puede describir como
una forma no observable de lenguaje, un habla interiorizada que incluye cualidades
presentes durante la actividad del juego, es decir, jugar representa pensar. El juego se puede
entender como una actividad de representación de nivel cognitivo que ayuda a desarrollar la
habilidad para conservar las representaciones del entorno aun cuando el individuo se
enfrente a estímulos que no ha reconocido
(39)
.
El lenguaje es descrito como un sistema de signos que utiliza el ser humano, básicamente,
para comunicarse con los demás o para reflexionar consigo mismo
(40)
. Este sistema de
signos puede ser expresado por medio del sonido (signos articulados) o por medios gráficos
(escritura). Estas dos posibilidades de los signos lingüísticos corresponden a los dos usos
del lenguaje que pueden llamarse código oral y digo escrito. Estos códigos propios del
lenguaje se manifiestan dentro de la actividad del juego.
Jugando también se estimula la memoria, entendiéndose como un proceso que sirve para
almacenar información codificada, dicha información puede ser recuperada, unas veces de
forma voluntaria y consciente y otras de manera involuntaria. La memoria es la facultad por
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medio de la cual se retiene y recuerda el pasado, es la facultad por la cual se almacena el
conocimiento que se tiene sobre algo y las interpretaciones que se hacen de ello. Cuando se
juega, también se pone en marcha el proceso cognitivo de la memoria, debido a que es un
proceso en el que se necesita codificar la información, de modo que pueda formar alguna
clase de representación mental y una vez hecho esto, se almacena esa información durante
un cierto período de tiempo (corto o mediano plazo), y luego, en una ocasión ulterior, se
recupera, posibilitando recordar la forma en la que se lleva a cabo la actividad lúdica.
La atención, es otra habilidad cognitiva muy importante en toda práctica de juego, es la
habilidad neuropsicológica que posee subprocesos de focalización, selectividad,
sostenibilidad, divisn y alternancia, que permiten al ser humano identificar un
determinado estímulo para realizar un procesamiento cognitivo y cerebral
(41)
. La atención
actúa como un sistema de filtro que permite seleccionar, priorizar, procesar y supervisar la
información propioceptiva (del propio organismo), como exteroceptiva (del medio en el
que se desenvuelve el individuo). Entre las principales funciones de la atención se
encuentran la capacidad de logro y mantenimiento de un estado de alerta, orientación hacia
un determinado objetivo, seleccionar los estímulos sensoriales que son de interés para el
procesamiento, regulación del pensamiento y la ejecución de repuestas en dirección a un
estímulo. Para jugar, será indispensable poner en marcha los procesos de atención en sus
diversas clasificaciones, y, mientras se pone atencn, también se perfecciona esta habilidad
cognitiva en conjunto con otras.
Las percepciones, son reacciones sensoriales no observables pero sí evidentes pues el
objeto percibido está presente. La percepción es cómo se interpreta y se entiende la
información que se ha recibido a través de los sentidos. La percepción involucra la
decodificación cerebral y el encontrar aln sentido a la información que se está recibiendo,
de forma que pueda operarse con ella o almacenarse, en este sentido, el acto de percibir es
el resultado de reunir y coordinar los datos que nos suministran los sentidos externos
(42)
.
La percepción implica recopilar información y dar sentido, proceso presente en todo
momento durante el juego. Esto significa que la información no involucra sólo el acto de
ver, leer, oír, mover, sino también la comprensión e interpretación de relaciones. Mientras
jugamos, atribuimos sentido y significado a los objetos y las acciones involucradas en la
actividad lúdica, es decir, jugar es poner en práctica los atributos de la habilidad cognitiva
de la percepción.
Las habilidades cognitivas cambian a lo largo de del ciclo vital, son habilidades del
pensamiento que se desarrollan y modifican desde el nacimiento hasta la edad adulta,
gracias a la interacción entre estructuras cerebrales y vías sensoriales y motoras de nuestro
sistema nervioso, aunado al estilo de vida y conductas. Los procesos cognitivos
desempeñan un papel fundamental en la vida diaria. El hombre, todo el tiempo, está
percibiendo, atendiendo, pensando y utilizando la memoria y el lenguaje. Estos procesos
cognitivos constituyen la base a partir de la cual se entiende el mundo. Si las habilidades
cognitivas se estimulan a través del juego, es pertinente decir, que el juego facilita la
comprensión del mundo y la adaptación a él. Conforme las habilidades cognitivas cambian
a lo largo del tiempo y el desarrollo humano, es pertinente afirmar que el juego también
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cambia a lo largo del ciclo vital, pero que debe estar presente en todas las etapas, desde la
infancia hasta la vida adulta.
La metacognición es otra habilidad cognitiva muy importante que caracteriza al ser
humano, es una habilidad compleja que involucra la participación de las habilidades
mencionadas anteriormente, pues representa la capacidad de autorregular los procesos de
aprendizaje, hace referencia a la acción y efecto de razonar sobre el propio razonamiento,
de desarrollar conciencia y control sobre las habilidades cognitivas y el aprendizaje. Los
juegos dirigidos con intencionalidad de hacer conscientes los mecanismos del
funcionamiento de las habilidades cognitivas, facilitan la expresión de la metacognición. El
juego se convierte en una herramienta muy útil para mejorar las destrezas intelectuales,
optimizar los procesos de aprendizaje, e, incluso, facilitar la ejecución tareas cotidianas y la
tomar una decisión, y si se analiza la forma en mo vamos mejorando en estas destrezas,
potencializamos la habilidad de metacognición. Se produce un tipo de aprendizaje llamado
por refuerzo que logramos obtenerlo a través de la observación de las consecuencias de
nuestras propias acciones.
Por todo lo anterior, las personas y los profesionistas relacionados con temas del desarrollo
humano y aprendizaje deben ser conscientes de la utilidad del juego en el desarrollo de las
habilidades cognitivas y en su valioso papel para facilitar la plasticidad cerebral. El juego
puede resultar ser una herramienta inea para potenciar la capacidad de pensar, sentir y
actuar. La estimulación en una función cognitiva mejora otras funciones, es decir, facilitar
el desarrollo a niveles más complejos de una habilidad posibilita el desarrollo de otras
áreas. La interconexión entre diferentes áreas cerebrales favorecerá el desarrollo de otras
áreas, incluso de aquellas que no están consolidadas.
De acuerdo con esto, educadores y docentes podrían enriquecer su práctica profesional al
ser conscientes de la utilidad del juego en el desarrollo de aprendizajes, su labor se verá
facilitada en el sentido de tener objetivos de clase, actividades estructuradas no solo de
expresión libre sino de desarrollo social, emocional e intelectual dando valor al juego no
sólo como entretenimiento ni una manera de pasar el tiempo, sino como una práctica seria
formativa. El juego también podría ser de utilidad no lo en el ámbito educativo escolar,
también en el campo terapéutico de la psicología y neuropsicología, siendo de utilidad para
alcanzar objetivos de prevención, intervención, rehabilitación y diagnóstico. Esto nos
convoca a plantear la necesidad de realizar un mayor número de trabajos e investigaciones
que contribuyan a poder contar con un marco teórico robusto, con mayor definición en
relación con la implementación de juegos en el campo terapéutico.
A su vez, los padres de familia y cuidadores de otras personas también deberían reconocer
la valiosa utilidad del juego. En un sentido de autonomía y responsabilidad con uno mismo,
el juego debe estar considerado también en la vida del adulto y del adulto mayor, como
parte de la estimulación continua de las habilidades mentales que conllevan a una adecuada
calidad de vida, apostando a una herramienta de mantenimiento y uso óptimo de la
plasticidad cerebral y un recurso preventivo y rehabilitador de alteraciones de habilidades
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cognitivas. Además, el juego también resulta ser una herramienta de valor social para
direccionarlo a la construcción de una educación para la ciudadanía y una cultura de paz.
Falta aún mucho trabajo por hacer para poder comprender de manera más específica la
relación entre juego, plasticidad cerebral y desarrollo de habilidades cognitivas, por ello,
debemos apelar a la creatividad para el diseño de estrategias serias de evaluación e
intervención que sumen a alcanzar este objetivo. Se pueden implementar novedosas
estrategias de juego con visión de investigación dando la oportunidad de practicar algo de
manera reflexionada y fundamentada. Se podría resumir la pertinencia de la práctica de
juegos durante todas las etapas del ciclo vital en cinco competencias profesionales:
evaluación, intervención, prevención, investigación y orientación de las relaciones
conducta-cerebro, tanto en sujetos sanos como en los que han sufrido aln tipo de daño
cerebral.
Conclusiones
Jugar representa una oportunidad rica en estímulos que genera experiencias vinculadas con
el fortalecimiento de habilidades cognitivas. Jugar, aprender y aprovechar la capacidad de
plasticidad cerebral, quedan integrados, ya que a través del juego la persona afianzará la
capacidad de construcción de conocimientos, poniendo en marcha habilidades cognitivas,
que se van entrenando y perfeccionado gradualmente conforme se insista en la práctica de
la actividad lúdica.
En este sentido, se busca fortalecer las reflexiones relacionadas con la construcción de
aportes teóricos que sustenten las actividades de la práctica de juegos y la estimulación y
aprovechamiento de plasticidad cerebral, asumiendo que los juegos resultan ser una
excelente estrategia que sume a actividades de estimulación neuropsicológica. Los aportes
de la práctica de juegos, como herramientas para el desarrollo de habilidades cognitivas,
puede tener implicaciones para la teoría y la práctica relacionada al campo de la educación,
la psicología cognitiva y las neurociencias. En la teoría contribuye a ofrecer explicaciones
novedosas que permiten profundizar en el conocimiento y comprensión acerca de las
condiciones bajo las cuales el aprendizaje puede ser más efectivo. En la práctica contribuye
a fundamentar el diseño de estrategias de intervención no convencionales, dirigidas a
promover el desarrollo de las habilidades cognitivas a través de actividades usando juegos,
facilitando aprendizajes significativos. Además, se hace necesario la formulación de más
investigaciones relacionadas con la temática.
El juego tiene una función esencial en el desarrollo y la evolución de las habilidades
cognitivas humanos, su práctica tiene un papel relevante dentro de los procesos de
aprendizaje y en la estimulación de la plasticidad cerebral. Jugar se convierte en una
actividad fundamental para la salud y el desarrollo, por este medio se aprenden valores
indispensables en el sentido del desarrollo individual y colectivo, facilitando la adaptación,
supervivencia y convivencia.
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