Revista Salud y Bienestar Colectivo
Enero-Abril, 2021. Vol 5, Nº 1 ISSN 0719-8736
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3. La comunidad estadounidense.
Esta comunidad se forma a partir de la comunidad de Leipzig con la facción de estudiantes
estadounidense que retornan a su país. Una diferencia fundamental entre ambas
comunidades es la referente a la producción de su objeto de estudio. La experiencia
subjetiva, señala Danziger
(1)
en su texto “Las raíces históricas del laboratorio psicológico”,
fue el resultado de la división social del trabajo experimental al interior del laboratorio de
Wundt entre “observadores” y “sujetos” de experimentación. Nuevamente, paréntesis, la
actividad investigativa al tiempo que es una actividad cognitiva también es una práctica
social. Los “observadores” eran los encargados de manipular las condiciones del
experimento, es decir, de la utilización de los aparatos de registro, mientras que los
“sujetos” de experimentación operaban como la fuente de datos, comunicando sus
experiencias sensoriales las que eran correlacionadas con lecturas de instrumentos. No
obstante, esta división no era rígida, toda vez que los estudiantes unas veces las hacían de
“observadores” y otras de “sujeto” de experimentación. Los roles laborales eran
intercambiables. Esta progresiva división del trabajo es la que irá produciendo un consenso
en torno al cuál es el objeto de estudio y cuál es su método de investigación.
En el caso estadounidense la actividad humana como objeto de estudio no es producto de la
división del trabajo, sino más bien de un proceso de legitimación de la comunidad de
psicólogos ante los intereses de los grupos de poder universitario. Estos grupos no eran
comunidades académicas, sino que comunidades de empresarios industriales que no sólo
financiaban a las universidades, sino que además muchas de ellas las habían fundado, por
ejemplo la Universidad John Hopkins y la Universidad de Clark. La situación de las
comunidades académicas, al contrario de Alemania, era de una muy baja
profesionalización. Citando datos de Rudolph, Danziger señala que para 1884, 19 de los
189 docentes de la Universidad de Harvard estaban en posesión de un doctorado, mientras
que sólo 6 de los 88 docentes de la Universidad de Michigan. El escenario empezaría a
cambiar recién la última década del siglo XIX. La comunidad de filósofos igualmente era
escasa y no se encontraba aún institucionalizada. Quizá lo más cercano a ello fuera el club
de los metafísicos de 1872 que reunió por fuera de la universidad al primer grupo de
filósofos pragmatistas, en el que participaban entre otros Charles Peirce y William James,
según cuenta Louis Menand en su libro “El club de los metafísicos”. De hecho, no será
hasta 1901 que la primera sociedad de filosofía se independizará de la Asociación
Americana de Psicología (APA). Otro tanto ocurría con la comunidad médica que para
1910 aún presentaba una deficiente profesionalización según publica el Informe Flexner en
su estudio de la educación médica de los Estados Unidos y Canadá. En el artículo “Una
perspectiva más amplia sobre el informe Flexner” Howard Berliner
(4)
señala que la
Asociación Médica Americana (AMA) pese a haber sido fundada en 1847 no logró sino
hasta 1910 empezar hegemonizar la enseñanza de la medicina en Estados Unidos. Durante
gran parte del siglo XIX convivió con un amplio número de comunidades médicas no
científicas que, por lo mismo, no estaban profesionalizadas. Agrega que la mayoría de los
médicos de esta asociación eran más bien investigadores con estudios de postgrado, antes
que clínicos dedicados al trabajo con pacientes. Además, eran muy escasos en comparación